Ser selectivos con la música que escuchamos a temprana edad, es tan importante como la clasificación de alimentos, bebidas, multimedia, y otras muchas áreas que pueden ser aptas o no para menores de edad. Así como no se recomiendan ciertos tipos de comida, bebida o estar expuestos a contenido no apto para menores, en la música separemos lo apto y adecuado para el desarrollo de los infantes. Por eso la música tiene el potencial de influir en la educación de las personas y debería ser considerada vital en el sistema educativo para el buen desarrollo futuro.
Aprendemos a hablar escuchando ondas sonoras, imitando la voz desarrollando el lenguaje. La música que escuchamos es una estimulación auditiva, por lo que una formación temprana musical favorece ampliamente a nuestro desarrollo.
La disciplina artística, como es la música, favorece el aprendizaje escolar como las matemáticas, capacidad de expresión, pensamiento abrstracto, percepción y concentración. Estas actividades son conocidas como funciones ejecutivas. Se ha comprobado que las personas que practican un instrumento musical presentan un mejor desempeño.
Este aprendizaje favorece la estimulación de las funciones ejecutivas que son habilidades clave para el éxito en procesos como la creatividad, resolución de problemas, planificación y organización de ideas, conceptos, etc. así como habilidades para adaptarse a distintas circunstancias de la vida, además que nos permite focalizarnos en actividades nuevas.
